sábado, 25 de septiembre de 2010

Hace tiempo que no paso por aquí.
Me sabe a que ha nevado poco, pero el aire es fresco,y me desconcierta. Parece que los pájaros que se asomaban a mi ventana ahora son otros, y que todos los ojos me miran con otros colores. El mundo ha girado nueve horas a derechas y yo me siento perdida, lejana. El reloj de pared insiste en demostrarme que los minutos pasan pero se niega a explicarme la razón de su lentitud. E insiste, y yo intento tapar los oídos bajo la almohada, entre cojines, entre peluches. Me escondo entre mis sábanas mientras busco la protección bajo un escudo de letras, palabras nunca dichas, explicaciones nunca dadas. Perdones por conceder. Pero, por favor, no compares; que tú me quites el habla no es lo mismo que me calle por querer.