domingo, 22 de agosto de 2010

Las palabras son armas de fuego

Las palabras son armas de fuego. Dañan, hieren y queman lentamente mientras no puedes hacer nada por evitarlo. Ni salir corriendo, ni apagar el teléfono. No sirve de nada intentar evadirse de una realidad gritada a voces, ni engañarse pensando que el alcohol tiene algo que ver. Admítelo, encendiste la primera chispa, sin querer, y la cosa se te fue de las manos. Y eso que sólo fueron palabras. Algunas quedarán en el olvido otras, en cambio, se esconderán bajo tierra y seguirán en ascuas, ardiendo lentamente…. consumiéndote sin darte cuenta.

Menos mal que sólo son palabras…

jueves, 5 de agosto de 2010

No vale

No vale pedir disculpas mil veces
cuando el perdón no se gana en un minuto,
lo siento.
Ni me vale arreglarlo ahora
y hacer más largos los segundos
sin verte.
No me vale alcanzar sueños mientras duermo.

Y sé que mucho menos te vale a ti,
a fin de cuentas, el error siempre ha sido mío.

Ojalá valga el tiempo y pase lento,
y (olvides) perdones,
a riesgo de olvidarme a mí.