viernes, 31 de diciembre de 2010

Por lo que tengo

Este año es difícil mantener la tradición de la actualización anual. Es difícil porque hay nada que me inspire a ello y porque, sinceramente, no me acuerdo de ningún hecho especialmente memorable que destacar (aunque sí, haberlos hay los)

Así que con esas, me presento este fin de año en tercero de medicina, tía a distancia y, para sorpesa, con novio. Me es raro, muy raro decirlo y más aun decirlo aquí, pero creo que ello conlleva un paso de maduración (ja! ni de broma!!). Pero quieras que no, te cambia. De un año para otro he pasado de contar para mí, a contar para él, para mi sobrinita y, también, especialmente, para mi madre.

Ha sido un año de independencia en piso, dejando atrás una resi de la que tantas cosas buenas me llevo (y malas, que no es todo bonito). De viajes a California, Italia y un tour por las Baleares con 3 peninsulares en el que cambiaron muchas cosas… Problemas, malos rollos, enfados, lloros… ha habido tiempo para todo.

Breve y concisa. Me quedo esto, con lo que tengo, con lo que no quiero que se vaya. Y deseo para el año nuevo, que por pedir no quede, a mi hermana, a mi sobrina y mi futuro sobrinito/a que viven al otro lado del mundo. Y salud… y una cura para el cáncer.

21.31. Recién finalizado el tradicional poker de noche vieja. Feliz año!

jueves, 23 de diciembre de 2010

¿Yo?

Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va. [R.Mejide]


El mundo está en continuo cambio. 3 días... y mira

sábado, 11 de diciembre de 2010

5 minutos

Te consume, te corroe, te quema por dentro. Te hace olvidar la sonrisa con la que despiertas cada día, te duele, te hace daño. Pero no puedes dejarlo. Es como si 5 minutos de paz mundial fueran suficientes para compensar dias de guerras y batallas. Muere un soldado cada vez, pero el batallón aguanta. Y resiste, y se empeña en ganar. Quiere hacerlo. Por mucho que no entiendan sus idiomas, aunque no sepan ni porqué lo hacen. ¿Por la paz? ¿felicidad? Tal vez sea que no vean otro modo de vida y sólo saben actuar así. Sí, creo que es eso. Creo que no ven, que no saben nada del otro ni el otro de ellos, y ambos sufren por igual. Pero mira si sufren. Todo sea por 5 minutos de paz, piensan. 5 minutos, valen tantos días de soledad


PD.
Dígame pues, soldado,
qué quiere que le haga
si cuando más necesito hablar con alguien,
no me escucha.
Si cuando más necesito que me abracen
sus brazos no los tengo a mi lado.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Breathe

Cuando quieras tirarte un pedo, no dudes en hacerlo, si no hay nadie delante.
Cuando quieras sacarte un moco, hazlo, pero guárdalo disimuladamente en una servilleta.
Si te apetece rascarte las pelotillas, métete la mano en el paquete y disfruta, pero de cara a la pared.

Que sí, que siempre hay segundas. Podrás decir todo lo que quieras, hacer todo lo que te apetezca y ser el Máximo Décimo Meridio de los corrales del norte, que en el sur te diran que cuidado con la sal, que te estas pasando.

Así que disfruta lo que puedas, rie con ganas y jolgorio y sobretodo odia más y mejor, que en breves te enseño lo que son las islas. Se le llama dos dedos de frente y 4 de manga, ya tu sabes, para el margen.

martes, 16 de noviembre de 2010

4 lineas y una foto

Me gustan los regalos bien dados. No los que vienen detrás de un feliz cumpleaños ni dentro de un calcetín por navidad, esos no. Esos son los peores regalos jamás concedidos. Suponen quebraderos de cabeza, dinero gastado por obligación, gracias dadas de antemano y expectativas frustradas en su ausencia. De verdad, odio los regalos por compromiso; pero lo que me gustan los que no lo son...

Adoro esos regalos, los sinceros, los que salen de dentro. Son los que se dan un día por que si, porque lo has visto en una tienda y le ha seguido un escalofrío de sólo pensar de la ilusión de a quién va dirigido. Y sonríes, y te lo imaginas, y no puedes esperar el momento a darlo. Es perfecto, le encantará. Sabes que le hará sonreir y le alegrarás el día. Sin que suponga esfuerzo alguno para ti (más bien, el dinero gastado es su mejor inversión) porque, para que es el dinero si no es para intentar hacernos un poco mas felices? Feliz el que recibe, más feliz el que regala.

Lo paradójico de los regalos bien dados es que, además, la mayoría de las veces los das y los recibes sin darte cuenta. Cuando visitas por sopresa a alguien que te quiere, cuando tienes a tu lado a quien necesitas, cuando sonries y te sonrien, cuando te dedican 4 lineas y una foto...

Lo malo? Lo único y tan malo? Cuando, como en todo, te equivocas y el regalo no es bien recibido...

martes, 26 de octubre de 2010

dura como el cristal

Y tú me preguntas porque soy así? Y me echas en cara todo lo que hago? Perdona, déjame que te explique algo. Cada vez que lloro mis lágrimas cristalizan a mi alrededor. Son cristales gruesos y apenas transparentes, pero no son tan duros como quisiera. Aguantan, pero acaban rompiendose. En mil pedazos o en dos, depende de los que a ti o el hecho en cuestión os de la gana dejarme. Pero mira, tengo esa suerte de que una cosa va detrás de la otra y, tras romperse y caer a llorar, mis lagrimas vuelven a cristalizarse y vuelve otra capa, más dura que la anterior, y más me encierra a mi en mí misma. Es lo que tiene.
Podria explicartelo de mil maneras diferentes. Podría haber optado por dibujarte un croquis, por enviarte a la mierda con una postal, o por simplemente hacer como si no hubiese pasado nada. Pero mira, soy de esas a las que le da por escribir y encima, te regalo una metáfora.
Asi que en eso estamos, como dice una buena amiga, aqui ya nadie te canta nanas. Para cuidarse a una misma, dos consejos:
1. créate un cristal bien duro,
2. Nunca dejes que te hagan sentir cosas que no eres.

domingo, 24 de octubre de 2010

¿dónde está mi caparazón de cebolla?

Me costó años y años construirlo y veo que por momentos se me desvanece. Lo veo en mis sonrisas que no van acompañadas de carcajadas. Lo noto cuando me veo pensando en ello, demasiadas veces. Tanto trabajo para nada. Para que vengas y lo heches todo a perder. Y no, no creas que es bueno, no. No es bueno que quiera pedirte que te quedes cuando te vas, ni que me siente mal que lo hagas. No me gusta querer decir más cosas de las que digo, o que me las digas. No quiero querer echarte en cara cosas que no deberían importarme, que ni dichas por escrito. No es bueno, no, ni que esté escribiendo esto...

viernes, 1 de octubre de 2010

hagamos como que no ha pasado nada

Otra vez.
Yo me tragaré mi orgullo y fingiré que no fui rechazada por decimosexta vez. Me diré a mi misma que eso nunca ocurrió y volveré a esperar con ganas que llegue otra noche para estar contigo, y que tu también lo quieras. Haré como que nunca ha existido el miedo a que me rechaces, ya que siempre hemos sido sólo amigos. Nunca he sentido nada por ti, ni nunca he llorado, ni salido huyendo.
Ahora corre, ve, y échame en cara todo lo que no te he dicho. Grítame que nunca fuiste invitado y que me das exactamente igual. Vuelve a echarmelo en cara. Que mientras una se esfuerza, poco a poco y aunque no te des cuenta, no recibe ni una sonrisa, ni un gesto de cariño, ni un mensaje de respuesta.
Porque lo de un dia si y otro no, no vale, ni me sirven discusiones por msn. Joder.
Ahora hagamos como que no ha pasado nada, si quieres.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Hace tiempo que no paso por aquí.
Me sabe a que ha nevado poco, pero el aire es fresco,y me desconcierta. Parece que los pájaros que se asomaban a mi ventana ahora son otros, y que todos los ojos me miran con otros colores. El mundo ha girado nueve horas a derechas y yo me siento perdida, lejana. El reloj de pared insiste en demostrarme que los minutos pasan pero se niega a explicarme la razón de su lentitud. E insiste, y yo intento tapar los oídos bajo la almohada, entre cojines, entre peluches. Me escondo entre mis sábanas mientras busco la protección bajo un escudo de letras, palabras nunca dichas, explicaciones nunca dadas. Perdones por conceder. Pero, por favor, no compares; que tú me quites el habla no es lo mismo que me calle por querer.

domingo, 22 de agosto de 2010

Las palabras son armas de fuego

Las palabras son armas de fuego. Dañan, hieren y queman lentamente mientras no puedes hacer nada por evitarlo. Ni salir corriendo, ni apagar el teléfono. No sirve de nada intentar evadirse de una realidad gritada a voces, ni engañarse pensando que el alcohol tiene algo que ver. Admítelo, encendiste la primera chispa, sin querer, y la cosa se te fue de las manos. Y eso que sólo fueron palabras. Algunas quedarán en el olvido otras, en cambio, se esconderán bajo tierra y seguirán en ascuas, ardiendo lentamente…. consumiéndote sin darte cuenta.

Menos mal que sólo son palabras…

jueves, 5 de agosto de 2010

No vale

No vale pedir disculpas mil veces
cuando el perdón no se gana en un minuto,
lo siento.
Ni me vale arreglarlo ahora
y hacer más largos los segundos
sin verte.
No me vale alcanzar sueños mientras duermo.

Y sé que mucho menos te vale a ti,
a fin de cuentas, el error siempre ha sido mío.

Ojalá valga el tiempo y pase lento,
y (olvides) perdones,
a riesgo de olvidarme a mí.

jueves, 15 de julio de 2010

Life is short

There is no time to leave important words unsaid


Y a pesar de todo, hay momentos en que no hay palabras que valgan. Instantes en que dejas atrás todo lo malo y reviven las sonrisas, las alegrías, los eternos abrazos... Son pequeños haces de luz que hacen florecer todo sentimiento casi ahogado, y redescubren secretos guardados bajo llave.

Intenta despertarle, con cuidado, que no tenga miedo; hazle ver que somos nosotros... nosotros, los de siempre.

Que
lo nuestro no se borra.

jueves, 8 de julio de 2010

Worries

y es que cuando te saltan las preocupaciones vienen por pares, por puñados, en sacos. Salud, dinero y... amor? Qué va, déja de engañarte(le). El amor sólo sirve como excusa para enmascarar lo dicho, para sentirte algo menos mal. Preocúpate tal vez por la salud, que siempre es lo primero. Que tan pronto vuelves borracho de fiesta y mueres por el camino, como ves que una vida sana no quita que tengas cancer. Mea culpa, culpa ajena, hechos al fin y al cabo. El dinero. Un año por idiota, otro aun siéndolo un poco menos, pero mismo resultado...

Preocupaciones. Feliz ignorancia la de un niño, triste el saber que tras muchas sonrisas hay sufrimiento escondido... Es duro, pero vida tal cual.

martes, 22 de junio de 2010

Palabras




No puedo pretender resumir 2, 3 o 4 años en un texto que simplifique sentimientos que nunca llegué a comprender. No puedo pedirte disculpas si no es el perdón lo que busco, ni seguir escribiéndote esperando una carta más para guardar entre las que nunca tiré. Pero aún así lo intento, y nunca lo dejaré de hacer.
Poco a poco, tal vez lo consiga. Y cuando encuentre el momento me sentaré a tu lado, cogeré un boli al que darle vueltas, y empezaré a hablar contigo, decirte cosas que nunca me atreví. Y si lloramos, lo haremos juntas, no cada cual tras su puerta. Y si reímos haremos el esfuerzo de volver a leernos la mente, para que las palabras no hagan falta y hagamos de los recuerdos más proyectos por vivir.

Disculpen mi simpleza

Escuché que la inspiración era como un soplo de aire que llega y se mete en la primera persona que encuentra para que la escriba en un papel. Y hoy, mientras corría con la barriga llena por la escalera en busca de un boli, llego, jadeante, y me doy cuenta que ya se fue, me dejó por otra en el piso de abajo.
Ahora ya no encuentro la manera de explicarte lo que te quería decir. Lo siento, no soportaba ver tu vida... sin mi.

sábado, 12 de junio de 2010

Va de cerezas



El otro dia volví al gran dilema que iba arrastrando durante toda mi niñez: ¿qué cereza del par me comía antes? Si me tragaba una la otra quedaría sola. Al principio estaría balancenadose en el abismo pues no tendría el equilibrio imprescindible para vivir que le aportaba su compañera... pero después caería. Seguro que acabaría cayendo. Si me comía la otra a lo mejor moriría al instante,o no, depende de la intensidad a la que estuviera agarrada a su rama. Nunca solucioné mi dilema... y por eso no comía cerezas.

Hace poco se me abrió la mente cual mariposa al salir de su capullo de seda. Creí tener la solución. Pensé que si separaba las cerezas desde el ramillete se acostumbrarían a vivir separadas aunque seguirían viendose. Si me comía una la otra ya habría aprendido a vivir sola y no tendría problema alguno. O eso creía.

Eso creía, porque anoche tuve un ataque de gula y me comí una cereza... y esta mañana vi a la otra muriéndose lentamente.

Sigo sin saber qué hacer con las cerezas

domingo, 30 de mayo de 2010

De lo imposible



Son esos días que recuerdas tiempos pasados.
Todo lo que éramos y lo poco en lo que nos convertimos.
Lo que nos dijimos y lo que nos hemos dejado de decir.
Lo que te quería.

Recuerdo la razón por la que empecé a dudar de ti.
Me veo pidiéndote perdón, y esconderme a llorar en la escalera.
El momento de estúpida lucidez cuando te compré las entradas. Agarrada a una falsa esperanza.
Lo que nos dolía.

Y el tiempo.
Cómo pasa y cómo cura, aunque escueza.
Sentimientos tachados con lápiz.
De imposibles.
Ser lo que se era, querer a quien se quiera.
El amor de un amigo...


Amigos, porque todo esto va de amigos...


Y de lo que te echo de menos.

martes, 4 de mayo de 2010

¿Yo? Qué va

Te escribiría un poema de amor a riesgo de ser correspondida, si esa fuera la respuesta.

Dibujaría un comic sobre ti y sobre mí, si alguien me jurase que los bocadillos no quedarían en blanco.

Estudiaría como hacer un camión para compartir algo más que risas sinsentido.

Compraría una tele, más grande, más bonita, y aun así querría verla contigo.

Pero a pesar de todo dime otra vez que me odias. Yo te debo una disculpa, o tal vez dos. La primera por malentenderme, la otra por tergiversar lo que te quiero decir. Tengo que decirte que no te siento nada, que solo me (te) engaño para bien. Odio que me hagas tan incoherente.

¿Yo? Qué va.