sábado, 12 de junio de 2010

Va de cerezas



El otro dia volví al gran dilema que iba arrastrando durante toda mi niñez: ¿qué cereza del par me comía antes? Si me tragaba una la otra quedaría sola. Al principio estaría balancenadose en el abismo pues no tendría el equilibrio imprescindible para vivir que le aportaba su compañera... pero después caería. Seguro que acabaría cayendo. Si me comía la otra a lo mejor moriría al instante,o no, depende de la intensidad a la que estuviera agarrada a su rama. Nunca solucioné mi dilema... y por eso no comía cerezas.

Hace poco se me abrió la mente cual mariposa al salir de su capullo de seda. Creí tener la solución. Pensé que si separaba las cerezas desde el ramillete se acostumbrarían a vivir separadas aunque seguirían viendose. Si me comía una la otra ya habría aprendido a vivir sola y no tendría problema alguno. O eso creía.

Eso creía, porque anoche tuve un ataque de gula y me comí una cereza... y esta mañana vi a la otra muriéndose lentamente.

Sigo sin saber qué hacer con las cerezas

2 comentarios:

Cheshire Cat dijo...

Que grande eres. La solución es dejar las cerezas para los que puedan soportar ver la agonía en la que cae la cereza solitaria. Los demás, los que no podamos aguantarlo, hemos de seguir en el capullo de seda. No queda otra.

Vouken dijo...

Has probado a meterte las 2 de golpe en la boca? ... a mi me caben por lo menos 6 de golpe