domingo, 3 de noviembre de 2013

Somos lo que dejamos cuando nos vamos


Tío vivo
Tío loco
Carrusel

Ayer pasé por delante de un tío vivo y me acordé de ti. Tío loco, lo llamabas. Y la risa que me daba.
Ayer pasé por delante de un tío vivo y hoy volví a contar la historia de cómo te conocí. Y casi se me escapan las lágrimas.Volví a recordar ese último abrazo, esa agria despedida, esa conversación que me faltó.
Pero esto va más allá de ti y de lo que vivimos. Baila entre la soledad y el significado. Entre el vivir y el dejar marcado.

Simplemente espero que, cuando veas un tío vivo, te acuerdes de mí y sientas algo. Por que no somos más que lo que dejamos cuando nos vamos. Tu eres mucho, me duele que yo no demasiado.

lunes, 14 de octubre de 2013

Hay imágenes que,
por su belleza,
te quitan el aliento.

Otras lo hacen,  
por que por un momento,
te llevan a sitios,
te traen recuerdos,
te sacan suspiros,
te matan por dentro.


 

lunes, 12 de agosto de 2013

Tu mirada

Recién me acordé de tus ojos, y he tenido que dejar lo que estaba haciendo para ponerme a escribir.
Hoy me acordé de tu mirada, y de los ratos que pasaba fija frente a la mía, sin que hicieran falta palabras. Me acordé del momento en que, en la oscuridad, podía sentir la nada, como si se evadiera todo lo que me envolvía y solo estuviera tu mirada. Fijaba mi pupila en tu pupila, no azul.
Recién se me erizó el vello cuando recordé esos momentos, y por un instante se me ha cortado la respiración.

Curioso.

Es lo que tiene la pasión.

Los fuegos que mucho arden, se extinguen rápido por inanición.

domingo, 4 de agosto de 2013

Amigos

Amigos fugaces
Amigos de quita y pon
Amigos de cerveza y pucho
De chapa y cartón
Amigos que duran dos telediarios
Tal vez media canción
De tomar dos copas
Con mitad de ron.

Busco amigos de los de antes
los busco desde hace un montón
Amigos de miradas que hablan
De palabras sin voz
De risas sin sentido
De amor sin control.
Amigos que son amigos
Por mucho que pase esta canción
Por lejos que vivas…
Ya sabes,
los que llevas desde siempre
 en el corazón.


posdata te jodannn

Tengo ganas de irme, quiero huir y no volver más. Dejar atrás el pasado vivido y dejarlo ahí, quieto, grabado, pasado y borrado. No quiero que mi último mes aquí lo pase mal por tu culpa. Tu sana y entera culpa.

Creo que me haces mal. Y por eso decidí no quedarme más. Haces que se genere en mí un desequilibrio de emociones. No es odio ni envidia. No es rencor. Es algo que aun me falta vocabulario para poder describir.

Me duele que seas maleducado cuando quieras, para conmigo y los que quiero. Me duele que te hagan caso, cuando deberían mandarte a la mierda. Me duele la cicatriz del rechazo cada vez que te veo, con ella. Me duele que vivas donde yo. Me duele que te quieras tanto y te seas tan señor.

Es como si saliera de mi cuerpo y viera pasar mi vida delante de mis narices, pero sin poder disfrutar de las cosas que hago. Las que hago yo, porqué pienso en tí. Las que hace mi cuerpo ajeno, por que no las vivo yo. Y es que es así, no lo puedo decir más claro. Me parece INCREIBLE como puede hacer eso, delante de mis narices. Y delante de las suyas, tratarla así.

Doy gracias, por haberme dado cuenta a tiempo. Desgraciadamente parece que hubiese preferido seguir ciega hasta el día antes de irme.

PD. te jodaaaaan

sábado, 22 de junio de 2013

Gracias

Será la primera noche en vela que sabía lo que tenía que pasar. Desde el primer día presentí que eso iba a ser importante. Tenía que aprender de tí.
No por tu edad, ni por tu experiencia. No por que hallas vivido más que yo. Ni porque seas del país que me hospeda.
No ha pasado un mes que ya aprendí la primera lección.
No hay nada más importante en esta vida que quererse a uno mismo. Y quererse bien. Que el amor hacia el otro tiene que ser sin cambio a vueltas. Unidireccional, puro, sin esperar nada a cambio. Sólo así uno es capaz de amarse a uno mismo tanto o más como puede amar al otro y evitar que éste te hiera. Porque las personas somos seres sociales, pero tenemos que evitar que lo que piensen los demás nos influya a nosotros demasiado, que lo que por mucho daño que te puedan hacer, éste sólo sea transitorio, y sólo sirva para hacerte más fuerte.

Así que seas tú o sea yo, o sea ella, la tercera. O el cuarto. A todos,

Gracias


PD. Mi intercambio no es ni la pura fiesta, ni aprendo la vida en medicina. Pero crezco a cada segundo como persona


En palabras de John Lennon:


"Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de tí, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia, se practica a plena luz del día..."


miércoles, 19 de junio de 2013

Llorar por los dedos

Ahora mismo tengo ganas de llorar por los ojos, y para no permitirlo, voy a empezar a llorar por los dedos. Voy a reflejar en esta pantalla de ordenador, como tantas otras veces he hecho, lo que pasa, lo que siento.
Estoy sola. Mas sola que la una. A 14.000km de casa, y se dice pronto. Y curiosamente no me he sentido tan sola nunca, o no lo he recordado así antes.
Y es que esto no tenía que funcionar así. Esto iba de irme sola para volver sola, pero algo más entera. Volver con esa parte de mi que tanto ansío encontrar, que tanto necesito llegar. Esa media naranja, dicen. Pero siendo sensatos, me conformaba con encontrar un pequeño gajo. Y no encontrarla fuera, sino dentro de mí.
Así que en estas andaba trabajando cuando viene medio pomelo y me engaña. Parecido por fuera, distinto por dentro. Me dice cuatro cosas bonitas y me encandila. Qué rápido me vendo. Qué puta. Llega y tira por el suelo todo mi esfuerzo. Me ha hecho ver la jodida realidad. Aparece y me hace volver a caer en esa falacia de querer a través del otro para poder quererme a mi. Qué jodida la cosa. La de pasos que he andado para atrás. Eso de dejarse llevar no es tan fácil. Ni mucho menos. Si dejarse llevar implica perder la consciencia de uno mismo, depender tu felicidad del otro. Eso es dejar de ser.

Que no vine a enamorarme. Que tengo fecha de llegada y fecha de partida. Que todo esto no será más que un recuerdo pasajero, algo que quede ahí. Pocas fotos, algunas imágenes. El recuerdo.

Y es que la claridad llega como una brisa de aire que llega, y te despeja las nubes
Cosas tan claras reflejadas ahora por escrito. Tan difíciles de ver en el ayer.

Si me preguntas ¿Por qué estoy contigo? Por que he vuelto a caer en el error de que mi felicidad, durante el tiempo en que aquí resido, depende de vos.


Suena: El amor, Ricardo Arjona


martes, 18 de junio de 2013

Quienes somos. Qué queremos.

Sabeis, recientemente andaba yo algo confusa con eso que llamamos identidad personal. Básicamente me preguntaba si yo era tal y como los demás decían de mi. No es por tirarme piropos, ni muchísimo menos, pero últimamente me habían clasificado como una persona buena, cariñosa y linda. Curioso. Dejando de lado que la propia autoestima no la tengo por las nubes, sé que lo de linda es un chamullerismo argentino. Lo de buena y cariñosa es algo que me hace dudar más.
Como ya he dicho más de una vez, he hecho daño y mucho a dos de mis mejores amigos. ¿es eso ser buena? Inconscientemente, cierto es, pero lo hice y no tiene vuelta atrás. Soy egoísta en ciertos ámbitos de la vida y suelo ir a mi bola, muchas veces sin pensar en lo que pueda pasar a los demás.
Soy una persona fría, o al menos eso quiero parecer. Lo he dicho siempre, aunque en el fondo siempre lo he dudado. Recuerdo mi primer desamor, en el que me encerré en una cajita de cristal, me volví roca, y quise cubrirme de capas y capas de cebolla para protegerme del exterior. Igual esa es la imagen que yo he hecho de mí. La de alguien que quiere protegerse de los demás. Por que todo el mundo hace daño. Por que yo lo hago.

En estas ando cuando llego a otro país, y conozco a gente nueva. Gente que ve lo que eres ahora, sin saber qué era tu pasado. "Yo no soy como crees que soy", le digo. "Tu eres lo que enseñas al mundo que eres". Quizá soy yo la que estaba equivocada.

Y en estas ando de nuevo, pensando qué quiero hacer con mi vida, qué me hace feliz y qué  qué  qué. Cuando viene hoy un chico al hospital por intentar cortarse las venas, está conmigo media hora y se va. "¿Qué le has hecho a ese chico, que venía con una cara y se ha ido con otra totalmente diferente? La próxima vez se cortará las venas por ti!" Y, de repente, me doy cuenta que no hay nada que me guste más en esta vida que hacer feliz a las personas. Ya sea hablando con ellas, compartiendo mis alegrías, o explicar que el mundo está lleno de oportunidades de ser feliz.

Creo que como proyecto de médico aun ando algo coja. Como proyecto de ser mi persona voy avanzando a grandes pasos

domingo, 2 de junio de 2013

De lo místico

No encuentro palabra adecuada para titular esta entrada para que refleje lo lo surrealista de la situación. La verdad, también me es difícil sacar la energía de mi pequeño corazón para asimilar lo que me está pasando y, como tantas veces he hecho, escribirlo, leerme, y hacerme consciente de la realizad. Igual necesito una dosis de mi rincón ante el mar, correr hasta que salga el alma por la boca y que me llegue a la cabeza todo cuanto necesito saber, sin más.
Es nuevo. Es fuerte. Es increíble. Conectar con alguien de dicha forma, pasar horas y horas juntos sin darte cuenta y sentir que los silencios son tan agradecidos como cada vez que escuchas hablar al otro. Ser feliz, por ejemplo, desde las once de la noche, cuando sé que vas a venir a las doce. Química. Todo místico. Todo espiritual.
Y lo jodido del asunto es que cuando quieras alcanzar el máximo representante de lo espiritual, no puedas.Y lo digas, y todo lo de antes valga una puta mierda. O dirás que no, pero es lo que me haces sentir. Y que sea yo la culpable.
Seguiría hablando, pero prefiero no volver a hundirme en la miseria, gracias.

viernes, 17 de mayo de 2013

Personas

Siempre he creído que soy un poco especial, como todo el mundo. Y sin echarme flores. Simplemente creo que aun no me conozco bastante ni tengo la autosuficiencia como para poder ser feliz, y eso que lo aparento. Y no digo que sea una miserable, ni mucho menos, pero mi sangre corre con un equilibrio más que justo de hormonas y mi personalidad se balancea entre esa persona simpática y la seria-depresiva que se esconde tras las entradas de este blog. Pues eso, especial a mi manera.

Y aquí me hallo. Viernes. Córdoba. Intercambio. En casa. Es de esas noches que sientes que lo que buscas no lo encuentras, que no eres lo que quieres ser. Rodeada de un grupo de nuevos amigos que vienen y van, que vuelven y preguntan lo mismo, porque tu no te acuerdas de su nombre y a ellos simplemente les suena tu cara. De gente que conoces en poco tiempo. Y gente que pocas veces se interesa por conocerte: Ya sabéis, eso de tomar una cerveza y hablar un rato, de todo, de nada. De mi gato y de mis pajas mentales. De las cosas en común. De que es lo que te hace feliz en esta vida, de si tienes suerte de tener una pasión. Y es que cuando las conversaciones de verdad escasean y las copas de más florean, te mueves en un círculo de relaciones superficiales hacia conmigo, porque yo así siento,  aunque para los demás parecen significar algo más. Esa gente que parece hablar más de lo que saben escuchar.

Y es curioso como el viajar y conocer gente es algo tan bien valorado. Porque a veces lo dudo. Dejas de lado a quienes te quieren y quienes te conocen y vuelves a empezar de cero. Cuesta, cansa, y pocas veces ganas un verdadero amigo en el destino. Aunque, la cara bonita del asunto, es que aprendes de todo aquello que te puede decir la gente (si es que quedan aun de esas conversaciones interesantes). Y el destino. Aunque cada vez estoy más segura de que son pocos los sitios te quitan el aire. Al final a mayoría de los destinos son lo que son por las personas que van contigo.

En todo esto ando mientras pensaba en cómo me gustaría tener por aquí a Triu,y lo mucho que ambas necesitamos una buena dosis de conversaciones. La que me conoce, la que me aporta siempre algo nuevo y con quien cualquier rincón del mundo sería precioso.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Ya era hora

Ya era hora, joder. Muchas propuestas, muchas ideas e ilusiones y cuando llegas dices: pero si esto es como vivir en Barcelona de nuevo. Adiós a tu idílico sueño de volver con un tatuaje, trencitas en el pelo o con una imagen nueva, pacífica y sana de tí misma. Creías que ibas a alguna especie de claustro budista donde encontrarte a ti misma? Ya me he desengañado. Me hallo en la España de hace 10 años, con 10 años de más. Con las mismas opciones, propuestas y cosas por hacer, solo que con nuevas personas.

Nada más llegar me he desengañado, pero esta noche me he vuelto a engañar convencer. Porque vine aqui no para conocer mundo, sino para conocerme a mi misma. Porque dije que desconectaria de mi mundo y no lo he hecho. Porque quiero volver y decir: joder, valió la pena. Y no por haber visto tal y tal ciudad, ni por decir que he pasado 5 meses en Argentina, ni por aprender menos o más mejor o peor en el hospital. Me he vuelto a convencer porque hay muchas cosas en nuestras manos que podemos hacer y sólo depende de nosotros, de mí.
Así que empezamos el mes con un día de perros y gordos, y espero nos levantemos con las cosas claras. Y si no aqui lo dejo por escrito: quedan 4 meses. 4 meses para volver atrás la vista y decir: JODER lo que has hecho. JODER, sí que valió la pena.

domingo, 28 de abril de 2013

Domingos

No hay nada como hacerte un te con leche un domingo por la tarde para que te vengan ganas de relajarte un rato y escribir.
La verdad es que este, mi primer domingo cordobés, he echado en falta levantarme en casita, tomar mis tostadas con queso en la terraza y leerme el magazine y la pronto de cada domingo, y de los anteriores pasados fuera de casa. Si es que como en casa no es está en ningún lado. Pero para amenizar mis penas, un buen desayuno, y libro en mano me voy a dar una vuelta por la ciudad, a recorrer esas esquinas aun desconocidas para mí. Todo después de pasar un sábado de esos perros perros en el que no hice más que pulular por la residencia esperando señales de alguien con quien compartir un rato de tiempo muerto, aunque sea online.
Si es que las personas no sabemos estar solos. Pocos son capaces de disfrutar de la soledad, de aprender de ella. "Estamos constantemente conectados (a internet y redes sociales) y eso nos da la sensación de compañía sin someternos a las exigencias de la amistad".
Y puntos suspensivos...

jueves, 18 de abril de 2013

Creo que va a ser la peor noche de la historia

Es jueves universitario en la ciudad más universitaria de toda Argentina. Mañana no tengo clase. Estoy de intercambio. Pero son las 1.37 y recién me meto en la cama. ¿Algo falla? Es raro, pero no se, no me apetece salir. Igual si es que he llegado al cupo de "me he cansado de conocer gente" durante este año y que ya tengo casi 23 años y esto de salir a ligar a los bares ya no es lo que más me apasiona... pero qué coño. Tengo 22 años y estoy de intercambio. ¿No debería aprovechar cada fiesta?

No sé que haría otro en mi lugar. Imagino que mucha gente llega de erasmus con ganas de comerse el mundo, y eso no ha sido mi caso. Ganas de conocer gente, ligar y emborracharse.... ¿y, yo no? No lo se, pero siento que no cumplo las expectativas de un erasmus. Quizá es que ya llevo 5 años de erasmus en Barcelona. Tal vez sea que acabo de llegar. Quizá que estoy empezando a cambiar mi perspectiva de vida y empiezo a valorar lo que tengo y no quiero que cambie.  Es curioso, pero siempre he sido partidaria de que conocer gente te enriquece mucho, y últimamente la gente que conozco me aporta bien poco. Será que no conozco la gente adecuada. O que la que conozco ya me llenan bastante.


Ah, y por si faltara poco, vivo en pleno "aribau" de Córdoba y mi habitación está a dos pies literales de la acera. Ayer ya me compré unos buenos tapones.


Moña modo ON

Aish, ya se sabe que esto de los primeros días lejos de casa se hace dificil, pero se me hace especialmente duro porque, como empiezo las prácticas el lunes, tengo una semana libre (haciendo papeleo) cuando podría estar 24h jugando con Dalia y Adam. Tal nostalgia me ha entrado que estoy mirando vuelos para escaparme en agosto para verlos... están caros, como siempre, pero estaré al tanto de ofertas.

miércoles, 17 de abril de 2013

acá andamos

A pesar de que he hecho un nuevo blog contando las cosas que ocurren por aqui (no era partidaria, pero así me ahorro el dar señales de vida directamente...) este seguirá siendo mi blog de reflexiones.
Son las 8 am y es mi primera mañanita aquí, en Córdoba. Antes de venir quise escribir sobre lo que pensaba de esta aventura y demás, pero la noche antes no encontraba las palabras adecuadas. Ya sabeis que esto de la inspiración va como va.
Lo que quería decir entonces, es que he dejado atrás algo que quería mucho por una aventura que, en el mismo momento de empezarla, no me suponía emoción alguna. Cuando esté en el avión ya asimilaré lo que me pasa... pero no, en las 24h de trayecto no he sentido en ningun momento ese hormigueo en el estómago de cuando te adentras a algo nuevo y desconocido. Qué raro. Igual es que me sentía como que hacía lo que me tocaba. Que he dejado en casa a mi hermana con mis sobrinitos que apenas veo una vez al año, a mi hermana recién operada, a mis amigos,  a mis veranos en Ibiza. He dejado atrás muchas cosas que quiero esperando que escaparme sirva para hacerme crecer como persona.
Recientemente salió en una serie que sigo, Girls, una escena en la que la protagonista llama por teléfono llorando, cuando hubo tocado fondo, a una amiga de esas que desaparecen . Le grita con rabia que seguro que se lo está pasando genial, que aquí todos están jodidísimos y que la quiere muchísimo. Y lo graba en un contestador cuya señal ya le dice que probablemente no lo iba a leer. Me encantó esa escena. Me sentí identificada como la cabrona al otro lado del teléfono. La típica que va siguiendo su camino y, cuando vuelve atrás, espera que todo haya quedado igual. Eso es lo que hago yo.

Así que aquí ando. en Córdoba. Me esperan 5 meses a mis anchas, en los que espero me sirvan para volver renovada. Me he propuesto perder peso, y volver a ser la que era, aprender a estar sola, y desconectar del mundo de las tecnologías. Ahora ando adaptándome, espero en un futuro solo usar el ordenador para escribir aquí. Y escribir mucho.

lunes, 18 de marzo de 2013

Destino

No hay casualidad sino destino

Nunca me he acabado de mojar en el tema este del destino, si creer en él o no. Quieras que no, es como quien te pregunta si crees en Dios. Muchos, de entre ellos yo, te dirán que no, que no es algo que siento. Pero sabes que hay algo ahí que te da vueltas y te pregunta: vale, pero, ¿Hay algo?

Pensando un poco en el asunto, creo que quien cree en el destino (ojo, que no me planto en un lado ni en el otro), es como quien cree un poco en Dios. Ponle el nombre que quieras, es como la religión de uno mismo. Porque la religión no está ahi más que para darte apoyo cuando estas mal, y para agradecer a alguien la suerte que tienes, cuando va bien. A quien culpes, es cosa tuya. El destino es como la excusa que nos damos para justificar las cosas, para darle sentido a todo lo que nos pasa. Ejemplo: no consigo nada con el chico que me gusta, ni con el otro, ni con el otro. Como que ya llevo una mala racha de que aquí no hay reciprocidad alguna (hablando del mundo de los maromos). Podría pensar que el destino así lo quiere, que ya vendrá el bueno y el apropiado. Pero tal vez no. Tal vez siga así para siempre, quien sabe, tal vez no haya ese apropiado. Y esto lo veo así hoy. Pero si de aquí a unos años aparece podría decir que todos los acontecimientos que me han llevado hasta ahí han sido para conocerle.

Es fácil atar cabos en la vida vista retrospectivamente, igual que es fácil un examen una vez has visto las soluciones.

Entonces, ¿qué nos queda? ¿El mundo está hecho de casualidades?

Say what you need to say

Te odio con toda mi alma, si es que se puede. Te odio ahora mismo con todas las ganas con las que puedo. Tanto que repiqueteo fuerte contra las teclas de este ordenador, como su pudiera decirlo más alto. Te odio. Por aparecerte en mi vida. Por asomarte de repente. Por presentarte. Te odio por mostrar interés nulo, o por ser educado. Y mira si te has portado como un total capullo, que hace que hasta me repudie odiarte.

Y lo escribo con todas las ganas del mundo por que llevaba demasiado tiempo siendo feliz. Llevaba demasiados días sonriendole a la vida y eres el motivo que me facilita fruncir el ceño, desahogar las estrañas y gritar al mundo que NADIE es feliz siempre, ni mucho menos. Que la vida es trabajo, aunque si trabajas te sonríe. Que la suerte se consigue, si la buscas. Que puedes querer y odiar con la misma intensidad, porque son complementos de un mismo ente. Llora y Ríe. Grita y calla. Que me he cansado de soñar

Y te ha tocado a tí, querido desconocido, como marioneta del mundo que me ha tocado conocer. Desconocidos que se hacen conocidos, coincidencias que dejan de serlo, amigos que se hacen queridos. Demasiadas casualidades, demasiada interacción fortuita que conlleva a algo demasiado grande para ser del azar. Quién es que juega a los dados, quién coño me tiene sin jugar.

domingo, 10 de marzo de 2013

De ilusiones también se vive

Parece ser que vuelvo a cogerle el gustillo a esto de escribir. Será que cuatro rayos de sol hacen que a uno le den ganas de aprovechar los días y que el aire libre airea las ideas. O será que empiezo época de exámenes. Qué más da.

El tema de hoy va de las ilusiones o pajas mentales, llámenlas como prefieran. Para mis adentros suelo hablar de pajas mentales ya que, al menos para mí, son tan placenteras como el Inombrable arte de la masturbación. Que sí. Que la imaginación es de las mejores habilidades de las que dispone la mente humana. Unos la usan para descubrir nuevos e increibles (en ocasiones increiblemente inútiles) inventos, otros en modo de fantasías eróticas... Mis pajas mentales son más absurdas y cotidianas, pero no por ello menos imposibles o inútiles.

Pongamos un ejemplo. Chica conoce chico. Chica cruza dos miradas y cuatro palabras con chico. Chica cotillea vagamente en la red virtual todo lo habido y por haber del susodicho. Si unimos estos factores ambientales, con una base genética de tendencia al platonicismo y el factor desencadenante de la época de exámenes, ya tenemos el diagnóstico: trastorno delirante erotomaníaco o lo que viene al caso: paja mental.
Y es a partir de entonces cuando chica empieza a imaginarse todo tipo de coincidencias en la calle, en una discoteca, bar o cafetería, e irá a dichos sitios para forzar la casualidad. Hace planes de actividades que siempre ha querido hacer (o no) y piensa en otras de guays con las que quedar bien. Postureo. Y lo hace. Por si se lo encuentra.

Genial, increíble, espectacular. Mi mejor paja mental. Oh sí! Cómo la estoy disfrutando. Me aporta el grado de ilusión a la cotidianedad del día a día. ¿Y si me lo encuentro en el super? ¿o yendo a correr? Todo lleva a estar divina a todas horas y a moverte mucho, por si se da la coincidencia de encontrarle en la inmensidad de Barcelona. El problema llega cuando pierdes el control de tu paranoia y la llevas al mundo real: si se te ocurre agregarle al facebook, pedirle su teléfono o si encima has tenido el santo ¿valor? = idiotez de quedar con él. La has cagado. Mucho. Has querido despertarte del ese sueño tan bonito cuando sabes perfectamente que una vez despierto sólo te queda el regustillo del recuerdo. No hay nada que perder, piensas. Pero te equivocas. Adiós ilusión, adiós paja mental.
.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Hoy quiero hablar del equilibrio, y me parece un tema tan complejo que no se por donde empezar. Vaya tontería, pensareis, pero creo que es una de las cosas que más ansío lograr en mi vida. 

De las primeras veces que logré alcanzar el equilibrio fue en una piscina. Después de llevar años nadando, no me di cuenta que no sabía nadar hasta que un entrenador me hizo hacer un ejercicio. Consistía en mantenerse como un fideo, estirada verticalmente en el agua, vaciar tus pulmones, y conseguir estar quieta. Sin que las piernas se te fueran para un lado u otro, sin que tu tórax inflado quisiera salir a flote. Y hacer lo mismo pero tumbada en el agua. ¿Parece sencillo? No lo es tanto. Tienes que tener tu cuerpo en perfecto equilibrio con el agua, conocer el punto justo de tonicidad que necesitan tus músculos y la cantidad de aire que tiene que quedar en tus pulmones para flotar.Si sabes flotar, moverte hacia delante solo es cuestión de un pequeño empuje.

El equilibrio del cuerpo es, como veis, cuestión de ejercitarlo. El de la mente es otro tema, un concepto menos mecánico.El equilibrio consciente consiste en mantener la balanza entre la tranquilidad y la ansiedad, entre la felicidad y la tristeza, entre la buena y la mala suerte, entre ilusionarte y decepcionarte. Personalmente me considero una montaña rusa de emociones y, lo peor de todo, completamente dependiente del mundo exterior. Cómo una atracción pasajera puede aportarme tal chute de energía con solo imaginarme mil situaciones con él (sólo imaginandolas!!) y la vuelta a la realidad causarme depresión. Como una semana puedo sentirme la chica más activa del mundo y a la siguiente no querer más que comer y dormir. Como puedo luchar contra mi diablo que dice que sí, cuando mi yo sabe que es mejor un no. Y lo que lucho por evitarlo, y lo inútil que ha sido hasta la fecha. Creo que el día en que consiga dominar mi propia lucha, seré el ideal de persona que quiero llegar a ser. Curiosamente, la parasicología define el equilibrio como la virtud que procura felicidad en cada una de las actividades del ser humano. 

Y no nos olvidemos de aquello a lo que llamamos karma: al equilibrio que pone el universo sobre ti. Una mala noticia irá seguida de una buena. Si obras bien, tendrás tu recompensa. Si trabajas en la tierra, tendrás el cielo garantizado.

Y toda esta reflexión va a raíz de que me consideran una tía afortunada porque me da por encontrarme cosas y por ganar concursos de vez en cuando. Es parte de mi equilibrio: afortunada en el dinero, desafortunada en el amor. 



domingo, 24 de febrero de 2013

Tecnologías

Todos aquellos que me conocen saben bien que las tecnologías y yo no somos buenos amigos. Vivo con un móvil viejo (aunque ni que fuera de los 90), he subsistido 3 años con un portátil que se caía a trozos y, todo hay que decirlo, soy tan patosa que todo lo que compro sale defectuoso, y lo que no, ya me encargo yo de que lo sea. Un día me defendí diciendo que mi oficio es el de cuidar personas, y no máquinas, así que he aceptado a vivir 5 años por detrás de las modernidades. Qué le voy a hacer.

Creo que las tecnologías me cortan las alas. Y hablo en primera persona porque conozco a gente que son su razón de vivir, cada uno como es. A mí me cortan las alas y hacen que me desplace al ras del suelo por la vida. Me quitan la imaginación, me lavan el cerebro de ideas y hacen que pase mi tiempo libre enganchada a la pantalla viendo series o actualizando una y otra vez la página del facebook. Sin nada mejor que hacer (mentira). Ni siquiera abro ninguna de las tres ventanas diferentes a las que accedo cada día desde hace ya demasiado tiempo: facebook, gmail y webs de aerolineas (casi acabo viviendo más de mis sueños -o la vida de los demás- que de mi vida). ¡Y con la de webs interesantes que hay por conocer!

Pero a todo esto, lo que de verdad más me jode es que he dejado de pensar, de imaginar. Me he olvidado todo lo que uno puede hacer en un día, porque en vez plantearme 5 minutos qué me apetece hacer, pongo el facebook. O miro el whatsapp. O el twitter. Y cuando me doy cuenta, el tiempo que tenía para hacer algo, ya ha pasado. No dedico tiempo a tomarme un café conmigo misma, y plantearme qué me apetece hacer ahora. Ni qué me hace feliz en el día a día (ya ni te digo a largo plazo).

Con este panorama veo normal que escaseen las grandes ideas y los jóvenes estén tan estancados. Si dedicáramos sólo parte del rato que pasamos en las redes sociales a buscar proyectos y ideas con futuro, otro gallo cantaría. Como dice una amiga (1): es díficil romper esquemas, son muchos años de aprendizaje que hay que olvidar. 

Y de todo esto saco la conclusión de que no sabemos estar solos y que la vida no está hecha para vivirla a través de la pantalla. Mi madre dice que no hace falta viajar cuando por la tele tienes reportajes estupendos. Por una vez creo que mi madre se equivoca, y mucho.


(1) 100% recomendado:  http://dejaquetecuentehistorias.blogspot.com.es/2013/02/ilusiones-encontradas.html

martes, 19 de febrero de 2013

Preguntas y emociones

Cada vez estoy más convencida de lo entrevesado de la mente y el mundo, o al menos de la mía. Las emociones. ¿Qué hay más importante en el mundo que lo que sentimos? Si bien no, nuestros actos se rigen por las emociones, y quien diga lo contrario, que se replantee un momento qué hace en este mundo.
Y no voy a centrarme en la utopía de que todo lo que queremos en esta vida es ser feliz, me parece una mera reducción a lo sencillo de algo mucho más grande. Os estoy hablando de lo que pasa por vuestra mente en esos 15 minutos en los que estas acostado antes de dormirte, o en esos 5 minutos en los que tu atención en clase parece que se disipa hacia otro mundo. ¿Qué sentimos cuando no pensamos en nada?

Y será que ando en unas semanas un tanto entre introspectivas y me planteo hasta si el resto del mundo se plantea las mismas cosas que yo. Porqué soy como soy, porqué a veces quiero huir de las relaciones y a veces creo que son lo único que me importan en la vida. Porqué soy una mujer cercana a primera impresión, pero inmensamente lejana si pretendes establecer una amistad conmigo. Porqué me enamoro tan rápido y fugazmente. Porqué siento mucho sin saber qué siento.

viernes, 15 de febrero de 2013

Qué bonito

Cuánto sentimiento, cuánta felicidad. Parece mentira. Hace dos semanas estaba a estas alturas cebándome a chocolate, viendo pelis en mi cama sin querer salir de la habitación... y heme aquí. Yo, la de siempre. La que baja de la bici para ayudar a cruzar un paso de peatones a una señora en silla de ruedas (jolín, quien no!!!). La que sonríe. La que es feliz.
Parece mentira la fina cuerda que se tensa entre dos mundos. Lo débil que es.
Y sonrío, y soy feliz. Porque hacía mucho tiempo que no sentía. Hacía mucho tiempo que no vivía, así que dejadme ser feliz. Dejadme imaginarme noches mágicas, encuentros fortuitos y química inesperada. Para ello, haré el esfuerzo de guardar el secreto, de guardármelo bien para mi. De tragarme todas las sonrisas y miradas a escondidas, y esperar al momento. De vivir a la espera de, simplemente porque hace mucho que ni siquiera espero nada.

Y si todo son imaginaciones, dejad que viva con ellas, que las saboree, que las disfrute. Que cada roce sea analizado, que cada mirada también. Que tiemblen mis labios cada vez que diga algo... si es que tengo la oportunidad de decirtelo.

7 días, una semana. Se me pasará rápido, lo sé, pero qué le vamos a hacer.

PD. Ven

miércoles, 30 de enero de 2013

Amor

Recientemente tengo una amiga, si, por qué no llamarla amiga, que tiene el don de escribir casi cada día un pequeño texto en el que consigue reflejar muchas de las cosas que pienso. O que ni si quiera llego a pensar, sino que siento. Y, si habéis intentado alguna vez escribir un poema, sabréis lo dificil que puede llegar a ser.

Lo curioso del caso es que esta chica siempre habla de lo bonito del mundo. De las sonrisas de la gente, de música, de la felicidad de un día de sol... y del amor. Si os habéis parado a leer algo este blog, parece todo lo contrario a mí, ¿verdad? Pues esto mismo hablé con ella y me explicó claramente la diferencia entre las dos: mis dedos escriben movidos por la frustración y por las injusticias, por los malos momentos (qué mejor momento sino, para indignarse y enseñar al mundo que las cosas no deben ser siempre así!). Ella, sin embargo, consigue canalizar todas estas sensaciones, dejar marchar lo malo y, una vez superadas, las filtra y deja relucir su moraleja, su luz, su color. Magia.

Así que hoy me voy a unir al lado bonito de las cosas,  Hoy voy a hablar de amor.

Y todo esto lo he decidido a raiz de ver un capitulo de una serie. Típico: relaciones entre dos personas que se quieren, aunque cada a su manera. Ves como dos personajes van caminando cada uno a un lado de la calzada hasta que sus caminos se cruzan. Qué tierno. Qué bonito. Y es bonito verlo en tu alrededor, y es maravilloso sentirlo en tu persona. Porque cuando ves amor, una sensación recorre tu cuerpo: te acuerdas de a quien quisiste o aun quieres, revives ese momento especial, te imaginas en otros muchos que deseas que ocurran....  Y no hay mejor sensación que esa.
Eso es todo lo que sé sobre el amor.



Fe de erratas:
 -Miento, mi yo normal diría que la mejor sensación  del mundo es la de superar un objetivo que uno mismo se ha marcado!

PD-El día de mañana leeré esto y pensaré: qué moña estaba hoy...

sábado, 19 de enero de 2013

La cuestión es quejarse

Llevo todo el día tirada sin hacer nada. Bueno, nada útil más bien. Más bien aún haciendo algo inútil, o desútil. Bueno ya me entendéis. Que a falta de cosas que hacer me he pasado la tarde comiendo porquerías, tirada viendo series y esperando a que pasen las horas deprimiéndome en mi propia inutilidad.Y ya sabéis que esto de la depresión es un círculo vicioso que tiende a la autodesctrucción: le he dado a las series moñas y hablar con mi ex (menos mal que he guardado la decencia de guardar para mis adentros las ganas de decirle de echar un polvo, ya sabeis, para pasar el rato). Qué hi farem. A todo esto mis amigos, en plenos exámenes finales, matarían por disfrutar de una tarde del placer del no-hacer-nada. Y yo aquí, sin saber aprovecharla.
Pero la cuestión de hoy es quejarse. De lo que sea. Porque es el día. De que si me sobran unos quilos, de que si no tengo novio, de que si soy tan borde que no quiero hablar con la gente (sálvense excepciones),  de que no quiero atarme al mir, de que siento que ya se me ha ido volando la escasa inspiración que tenía para escribir.
Será que después de pasar una noche bailando salsa con un cubano me siento vacía. Que ves lo que te hace feliz, pero que lo tienes lejos. Pero esto tendrá que ir para otro día, que vuelva el ser que me hace escribir.

Pues eso, me quejo, me quejo y me quejo. Me quejo para autoodiarme, al igual que odio a los que se quejan y no hacen nada, porque es lo que toca hoy.

PD: asldjflñasjdflñkajsdflñj
PD2. .............................