viernes, 15 de febrero de 2013

Qué bonito

Cuánto sentimiento, cuánta felicidad. Parece mentira. Hace dos semanas estaba a estas alturas cebándome a chocolate, viendo pelis en mi cama sin querer salir de la habitación... y heme aquí. Yo, la de siempre. La que baja de la bici para ayudar a cruzar un paso de peatones a una señora en silla de ruedas (jolín, quien no!!!). La que sonríe. La que es feliz.
Parece mentira la fina cuerda que se tensa entre dos mundos. Lo débil que es.
Y sonrío, y soy feliz. Porque hacía mucho tiempo que no sentía. Hacía mucho tiempo que no vivía, así que dejadme ser feliz. Dejadme imaginarme noches mágicas, encuentros fortuitos y química inesperada. Para ello, haré el esfuerzo de guardar el secreto, de guardármelo bien para mi. De tragarme todas las sonrisas y miradas a escondidas, y esperar al momento. De vivir a la espera de, simplemente porque hace mucho que ni siquiera espero nada.

Y si todo son imaginaciones, dejad que viva con ellas, que las saboree, que las disfrute. Que cada roce sea analizado, que cada mirada también. Que tiemblen mis labios cada vez que diga algo... si es que tengo la oportunidad de decirtelo.

7 días, una semana. Se me pasará rápido, lo sé, pero qué le vamos a hacer.

PD. Ven

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