martes, 26 de octubre de 2010

dura como el cristal

Y tú me preguntas porque soy así? Y me echas en cara todo lo que hago? Perdona, déjame que te explique algo. Cada vez que lloro mis lágrimas cristalizan a mi alrededor. Son cristales gruesos y apenas transparentes, pero no son tan duros como quisiera. Aguantan, pero acaban rompiendose. En mil pedazos o en dos, depende de los que a ti o el hecho en cuestión os de la gana dejarme. Pero mira, tengo esa suerte de que una cosa va detrás de la otra y, tras romperse y caer a llorar, mis lagrimas vuelven a cristalizarse y vuelve otra capa, más dura que la anterior, y más me encierra a mi en mí misma. Es lo que tiene.
Podria explicartelo de mil maneras diferentes. Podría haber optado por dibujarte un croquis, por enviarte a la mierda con una postal, o por simplemente hacer como si no hubiese pasado nada. Pero mira, soy de esas a las que le da por escribir y encima, te regalo una metáfora.
Asi que en eso estamos, como dice una buena amiga, aqui ya nadie te canta nanas. Para cuidarse a una misma, dos consejos:
1. créate un cristal bien duro,
2. Nunca dejes que te hagan sentir cosas que no eres.

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