domingo, 24 de octubre de 2010

¿dónde está mi caparazón de cebolla?

Me costó años y años construirlo y veo que por momentos se me desvanece. Lo veo en mis sonrisas que no van acompañadas de carcajadas. Lo noto cuando me veo pensando en ello, demasiadas veces. Tanto trabajo para nada. Para que vengas y lo heches todo a perder. Y no, no creas que es bueno, no. No es bueno que quiera pedirte que te quedes cuando te vas, ni que me siente mal que lo hagas. No me gusta querer decir más cosas de las que digo, o que me las digas. No quiero querer echarte en cara cosas que no deberían importarme, que ni dichas por escrito. No es bueno, no, ni que esté escribiendo esto...

2 comentarios:

Cheshire Cat dijo...

Las cebollas hacen llorar. Y eso tampoco es bueno.

Tirirí dijo...

sebollas aser llorar? no mas llorar!! slapchopp!!.. xDDD :)